La cocaína, además de su reconocida acción neurotóxica, altera la fisiología reproductiva masculina al modificar el microambiente endocrino-testicular, inducir toxicidad celular y comprometer la espermatogénesis. Durante este proceso, genera alteraciones en marcas epigenéticas de las células germinales, produciendo epimutaciones que pueden ser transportadas por el espermatozoide y transmitirse a la descendencia, donde se han documentado cambios conductuales, cognitivos y moleculares. Esta revisión integra evidencias sobre disfunción testicular, reprogramación epigenética y efectos intergeneracionales, ofreciendo un marco unificado para comprender los riesgos reproductivos y heredables asociados al consumo paterno de cocaína.
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